Álvaro Cepero con su Wingpadel Air Attack, en el Memorial José Martínez.
Ya estamos en casa después de un fin de semana increíble para mí, como todos sabéis. Mi primer triunfo World Padel Tour llegó en un torneo muy especial como es el Memorial José Martínez en Pilar de la Horadada. Era mi sexta participación allí y mi primera victoria, coincidiendo además este año con el hecho de ser torneo World Padel Tour de categoría Challenger. Y, además, jugando con un crack a mi lado como es ‘Stupa’.
No puedo ocultar mi satisfacción después de lograr mi primer título World Padel Tour. Es una recompensa al trabajo que vengo realizando con todo mi equipo y que demuestra, una vez más, lo unidos que estamos. Aunque haya sido un Challenger, siempre es importante ganar y un torneo WPT siempre es especial. Además, hoy en día, ganar un Challenger está muy complicado. Con jugadores enfrente como Nerone, Reca, Godo, Capra, Lebrón, Belluati, Álex Ruiz, Escalante… el nivel es altísimo y este tipo de torneos, siempre lo digo, lo puede ganar cualquier pareja. Suerte que nosotros supimos mantener la tranquilidad a lo largo de todo el campeonato y, por suerte, podemos decir aquello de ¡objetivo cumplido!.
Cierto es que llegamos a este primer Challenger como cabezas de serie número 1, pero no por eso tenía más presión que en otros torneos. Yo llegaba bien y el planteamiento con Stupa era claro: ir partido a partido e ir adaptándonos poco a poco, teniendo en cuenta que era nuestro primero torneo como pareja.
Las sensaciones fueron muy buenas desde el principio. A Stupa lo conozco desde 2007 y desde entonces le llamo el ‘enano’ (es verdad que ahora es más grande que yo en cuanto a altura pero no de edad, ¡jajaja!). Ahora en serio, es increíble la madurez que tiene para su edad. Creo que jugamos un gran torneo, también gracias a la ayuda de su entrenador Carlos Pozzoni. De Stupa poco más puedo decir salvo que me encantaría volver a jugar en un futuro más torneos con él si se dan las circunstancias. ¡Quién sabe! Disfrutamos muchísimo compartiendo pista y ahora me tocará sufrirlo en contra. Pero, como compañero, ya os lo digo: un diez.
Una final muy dura
En la final nos plantamos después de tres victorias muy trabajadas (Da Cunha/Campagnolo; Víctor Ruiz-Gonzalo Rubio; Marina-Lebrón). Enfrente teníamos, como no podía ser de otra manera, una pareja muy dura: Lijó-Muñoz. Al principio empezó con muchos errores por parte de los cuatro, supongo que por la tensión de una final. Pero supimos sumar puntos a favor en los momentos importantes del primer set y ganarlo 6-4.
En el segundo, ellos empezaron mucho más agresivos y nosotros no entramos bien. Enseguida nos vimos 5-2 abajo, pero volvimos a meternos en el partido y empatar la manga que se nos fue en el tie-break. Aun así, creo que el hecho de igualar ese 5-5 fue clave porque de haber perdido 6-2 ellos habrían iniciado el tercer set muy fuertes. Sin embargo, fuimos nosotros quienes llegamos con esa inercia positiva que, por suerte, pudimos mantener hasta el final y ganar el tercero 6-3. Creo que en líneas generales estuvimos un poco mejor que ellos para ganar este primer título World Padel Tour que tan bien sabe.
¡Ahora, a Miami!
Pero esto no para. Esta semana toca si cabe trabajar más fuerte para la semana que viene afrontar el Miami Padel Master, otra vez con mi compañero Aday Santana. ¡Y con muchas ganas de seguir dando guerra!
Toca despedirse, no sin antes agradecer a Pilar de la Horadada y al Grupo Caliche por brindarnos otra vez la posibilidad de jugar el torneo más especial del año. El campeonato fue una pasada y eso es gracias a su trabajo. En lo particular, agradecerles de nuevo toda su amabilidad por hacernos sentir como en casa, tanto a mis amigos como a mis familiares.
Y, cómo no, dar las gracias a los que están detrás de mí: a mi ‘sensei’ Horacio Álvarez Clementi, al preparador físico Alejandro Rodríguez de la Finca y a mi psicóloga LYS. Este triunfo también es vuestro.
Sin olvidarme de mis patrocinadores que hacen que todo esto sea posible: Wingpadel, Manzasport, Babolat Padel, Motor 4 Vientos, Life Apartments.
¡Gracias a todos!
